Los niños se encuentran en una fase única de crecimiento en la que necesitan una buena nutrición y un buen estímulo óseo y muscular para favorecer este desarrollo en varios niveles. Dicho estímulo sucede con el movimiento del cuerpo a diario. Hoy hablaremos del deporte en la etapa infantil.

Cualquier tipo de actividad física en los niñ@s es ideal para estimular un correcto crecimiento y fortaleza. No solo se produce un estímulo físico, sino que estos beneficios, los cuales son más necesidades que recomendaciones, abarcan un plano mucho más extenso: mental y físico.

Antaño, los niños tenían la posibilidad de mayor actividad física al jugar en el exterior. Vivir fuera de grandes ciudades facilita la mayor autonomía de los pequeños y promueve el juego movido durante muchas horas y diariamente. Estas conductas son naturales en los niños y en consecuencia, va acompañado de una motivación que estimula practicarlas: correr, saltar, jugar a la pelota, trepar por todo aquello que sea posible… pero no solo esto, también aprenden a relacionarse entre ellos de manera autónoma, resolver conflictos, cuidar unos de los otros y conocer sus capacidades profundamente. Es una integración de muchas competencias que se consiguen con el juego natural y lo  mismo ocurre en aquellos niños que practican un deporte con regularidad, siempre y cuando sea de su agrado. De esta manera, el niñ@ crece fuerte, física y mentalmente, con un buen estado de ánimo y lejano del estrés. Esto repercute en su salud a todos los niveles:

• Hambre fisiológica: no comen por aburrimiento o por ansiedad de manera que el hambre es real y la aceptación de alimentos variados es más fácil. Esto repercute directamente en el buen desarrollo y salud del pequeño.
• Peso corporal: la actividad física estimula la musculatura, el crecimiento y mantiene el normopeso.
• Motivación: el juego y la libertad en ello estimulan la motivación intrínseca del niñ@ para seguir haciéndolo. Nunca habrá pereza para jugar.
• Descanso: los niñ@s que se mueven a diario en exteriores están más cansados (saludablemente hablando) y expuestos al sol, por lo que sus ciclos del sueño son regulares y descansan mejor, algo imprescindible para un buen desarrollo y rendimiento al día siguiente.
• Rendimiento escolar y aprendizaje en el día a día: está demostrado que la actividad física diaria ayuda a la memorización y sellado de recuerdos, mejora la toma de decisiones, aumenta la capacidad de concentración selectiva y la rapidez mental.
• Exposición a pantallas. Los niñ@s que juegan y hacen deporte a diario están menos expuestos a pantallas y, por lo tanto, todos los beneficios anteriores se potencian muy considerablemente.

¿Qué ocurre actualmente? El deporte es la alternativa o complemento que ven muchos padres para que sus hijos se muevan, curiosamente, en compensación a no jugar en la calle o en los parques. En ocasiones vivir en grandes ciudades limita mucho esta posibilidad, y el deporte es un gran aliado para mantener activo y estimulado al niño. Pero ¿Es obligatorio que hagan un deporte? Pues veréis, el razonamiento de la primera parte del artículo es precisamente para comprender la importancia de la actividad física en sí, y no de un deporte concretamente, aquí entran en juego los “depende”. Veamos:

• Si un niñ@ juega a diario, después de sus clases, y lo hace en el parque o lugares donde puedan sin peligro, diríamos que no es necesario que haga un deporte, si él mismo no lo pide, porque la actividad física la está realizando de la manera más natural a su edad y es jugando.
• En el caso de aquellas familias que viven en ciudades muy céntricas, sin la posibilidad de frecuentar lugares donde puedan jugar a diario, o bien porque los padres no pueden llevarlos, el deporte sería una alternativa muy importante para que el niñ@ tenga su momento de ocio y diversión, eso sí, debe ser varias veces a la semana y un deporte elegido por él ya que sino nos alejamos mucho de la idea de jugar y se reducirá muy notablemente la motivación volviéndose una actividad impuesta y que a la larga puede agobiarle o estresarle. Hay muchos diferentes y siempre hay alguno que les gustará.
• Equipo. Es interesante un deporte en equipo o junto a más niñ@s, ya que esto es igual que jugar con sus amigos libremente. Recordemos que la actividad física conlleva un aprendizaje no solo físico, sino a nivel mental y de relaciones humanas.
• Adolescentes. Esta etapa es diferente a la infancia y las necesidades son distintas. Los adolescentes se encuentran de nuevo en una etapa de estirón, por lo que será muy importante mantenerse activos física y mentalmente. El juego en la calle deja de ser usual, por lo que los deportes y actividades al aire libre e incluso gimnasios, cobran mayor relevancia.

Podemos comprobar que el movimiento es algo natural y necesario para todos y hemos de empezar desde pequeños a crear hábitos tan saludables como este. El deporte, jugar, salir a pasear o correr… cualquier tipo de actividad física será muy saludable a nivel físico y mental para grandes y pequeños.

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