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El arousal: el estímulo energizante que nos activa

¿Qué es el arousal?

El arousal es como un interruptor general que regula lo despierto/a que estás, lo consciente que eres y la atención que tienes puesta en algo. Este interruptor hace referencia a la activación tanto a nivel psicológico como fisiológico del organismo, es decir, lo activos que estamos tanto a nivel mental como físico para ser capaces de responder a aquello que tenemos a nuestro alrededor. ¿Quieres conocer más sobre cómo funciona el arousal en nuestra vida diaria?

Pongamos un ejemplo para entender cómo nos activamos frente a los estímulos que nos desafían a diario. Imagina que vas caminando por la calle. Puedes estar en estos tres niveles:

  • Arousal bajo: es temprano, vamos medio dormidos/as y prestamos poca atención, caminamos de manera muy mecánica. Si nos saludan, es posible que tardemos unos cuantos segundos en reaccionar.
    • Estamos poco concentrados, letárgicos, sin motivación.
    • La capacidad de toma de decisiones es lenta.
  • Arousal medio (óptimo): vamos caminando atentos, observadores, podemos concentrarnos si lo necesitamos y controlamos la situación.
    • Estamos en alerta, motivados/as y enfocados/as en la tarea.
    • Tenemos control y nuestro cuerpo y cerebro están trabajando en armonía. La coordinación es buena y reaccionamos de manera rápida y eficaz.
  • Arousal alto: mientras caminas, oyes un estruendo cerca de ti. Tu corazón se acelera, tu musculatura se tensa y prepara para la acción, tus pupilas se dilatan y estás preparado/a para huir y reaccionar rápidamente.
    • Estamos agitados, nerviosos y sobreestimulados.
    • La mente puede estar saturada y difícil de mantener la calma. La toma de decisiones es impulsiva.
    • La coordinación puede entorpecerse, con movimientos tensos.

La capacidad de realizar tareas cambiará mucho de un nivel de arousal a otro. A continuación, vemos toda esta explicación en un gráfico según la Ley de Yerkes-Dodson que relaciona nuestro nivel de arousal y el rendimiento físico y mental.

Podemos ver que, para las tareas más complejas, necesitamos un arousal medio (óptimo) porque requerimos concentración y atención; para las tareas simples y automáticas, como ir a trabajar o limpiar tu casa, es suficiente con un arousal bajo y realizarlas de manera relajada. Un arousal alto no es interesante porque causa tensiones innecesarias y gasta mucha más energía pudiendo aumentar la ansiedad y sobreestimularnos, impidiendo un buen rendimiento.

Fíjate en este ejemplo:

Pensemos en un deportista extremo antes de saltar desde un avión: necesita estar activado, pero no tanto como para perder el control del paracaídas. Si estuviera sobreestimulado (arousal alto), la tensión lo haría actuar de forma poco meditada e impulsiva, pudiendo llevarlo a cometer errores fatales. De lo contrario, si estuviera demasiado tranquilo (arousal bajo y prácticamente imposible en esta situación), no reaccionaría a tiempo en caso de emergencia. Encontrar el arousal óptimo le permitirá alcanzar un estado de alerta preciso y eficaz.

¿Cómo podemos modular nuestro nivel de arousal al óptimo?

Los deportistas extremos que practican deportes como paracaidismo, escalada, parkour, parapente, alpinismo… tienen una mayor tolerancia a altos niveles de arousal. Esto significa que lo perciben como algo emocionante y placentero, pero mantienen sus capacidades y no se bloquean donde otros sí lo harían. Además de su predisposición natural, han aprendido a regular la respuesta al estrés gracias a las experiencias vividas (que en muchas ocasiones buscan naturalmente) y las técnicas de enfoque para mejorar.  Sienten un subidón de adrenalina y otras personas sentirían un ataque de ansiedad :

Obviamente, influye mucho la personalidad de cada uno y es justamente esto lo que les hace buscar sensaciones y desafíos cada vez más intensos.

En cambio, personas muy tranquilas o sensibles, poseen un nivel de arousal alto en situaciones menos intensas, se alteran fácilmente y es por eso por lo que buscan actividades más calmadas, que exigen más concentración y precisión, como tiro al arco o yoga.

¿Cómo modular nuestro nivel de arousal?

Algunos trucos para reducir o aumentar tu nivel de activación pueden ser los siguientes:

Cómo reducir arousal Cómo aumentar arousal
Respira lenta y profundamente Haz respiraciones rápidas y cortas
Música y sonidos relajantes Música motivadora
Mindfulness o meditación Movimientos enérgicos para entrar en calor.
Visualiza la tranquilidad: momentos relajados, lugares calmos. Visualización estimulante: imagina el éxito, la tarea acabada, el premio.
Suplementos relajantes: como el magnesio, el GABA o la pasiflora. Suplementos estimulantes, como el ginseng o un buen café negro.
Controla tus sentidos: apaga luces fuertes, elimina pantallas, rodéate de un entorno tranquilo. Aumenta la iluminación

Como has podido ver, el arousal es el motor que nos impulsa e influye en nuestro rendimiento, eso sí, cuando está regulado de manera adecuada. Sea cuál sea la actividad que haces, el secreto está en encontrar el punto óptimo de activación. La buena gestión de la energía interna en función de la situación que enfrentas. Por lo que, aprender a modular nuestro nivel de arousal, nos permitirá alcanzar nuestro máximo potencial en cualquier desafío. Es un poder que debes aprender a dominar.

Si te gusta aprender sobre tu rendimiento y  buscas aumentar tu arousal, empieza por una buena música. Te lo explicamos en el artículo La playlist perfecta para entrenar.


Laura Casas
Dietista y técnico acondicionamiento físico-deportivo,
musculación y entrenamiento personal

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