El veganismo es, como ya sabemos todos, la abstención del consumo de alimentos de origen animal. El origen de su celebración no es del veganismo en sí, pues esta dieta es mucho más antigua. Su día mundial viene dado por la aparición de The Vegan Society, creada por Elsie Shirgley y Donald Watson, un matrimonio inglés, en el 1944, que tenían el objetivo de diferenciar el vegetarianismo del veganismo, surgiendo así la palabra vegan o vegano, en español. Y así surge el Día mundial del veganismo ¿Qué podemos aprender de él? Sigue leyendo para saberlo…

El veganismo no es solo no comer productos animales, es una filosofía de vida con pilares que se extrapolan más allá de la alimentación: su ética se basa en que los animales son sujetos y no merecen daño, así como el respeto y cuidado del medio ambiente. Por lo tanto, esta forma de vivir excluye:

• Cualquier consumo de producto animal: carnes, pescados.
• Derivados como huevos, lácteos, mieles.
• Objetos y utensilios: cuero, pieles, huesos, cremas a base de sustancias animales…
• Productos testados en animales, como fármacos o cosméticos.
• Cualquier acción que use a un animal en contra de su voluntad. 

Pero, os propongo un texto diferente ¿qué podemos aprender del veganismo, aunque no seamos veganos?

El veganismo te puede mostrar alternativas, variedad, salud, cuidado y novedad, como por ejemplo:

• Dieta: la dieta vegana necesita ser rica y variada para poder conseguir los nutrientes necesarios por la carencia de carnes, pescados y huevos. Aumentar el consumo de diferentes alimentos vegetales no solo nos aportará lo básico que queremos conseguir sino que irá añadida una infinidad de beneficiosos nutrientes que no podemos encontrar en alimentos animales: fibra, vitaminas, antioxidantes…

• Empatía con el entorno. Aunque sigamos una dieta tradicional, hemos de reconocer que el consumo de carnes y pescados es abusivo y esto es una realidad. Por suerte, muchas personas han aprendido a consumir de manera más responsable productos animales e incluso, mantener la mayoría de sus días con una dieta vegetariana (con proteínas vegetales, de huevo y de lácteos). El mensaje del veganismo hace mirar y atender más nuestro entorno y el poder hacer cambios que pueden ser muy beneficiosos. 

• Salud. Incluir más alimentos vegetales, de una manera correcta, es indiscutiblemente sinónimo de salud: el consumo de fibra aumenta, disminuyen las grasas saturadas, aumenta el consumo de minerales y vitaminas… pero eso sí, hablamos de un dieta equilibrada y respaldada de una buena información dietética. Cuando dudamos, siempre hemos de recurrir a un profesional de la nutrición o a información real pues, aunque es muy beneficiosa, es crucial la elección de todos los alimentos necesarios. 

• Novedad. La búsqueda de nuevos platos que completen nuestra dieta, nos hace salir de lo tradicional y habitual e indagar nuevos sabores y alimentos que no estaban presentes en nuestra dieta. Esto, al ser generalizado, ha hecho posible la venta de productos nuevos que no teníamos al alcance y ahora sí podemos disfrutar. ¿Quién recuerda como algo habitual el aguacate o la quinoa en su infancia o en la de sus padres? 

Siempre es bueno tener flexibilidad y fijarnos en los beneficios de las dietas veganas. Algunas personas no quieren o no pueden realizarlas, pero eso no significa no conocerlas y adoptar muchos de sus múltiples beneficios. 

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