Durante las fechas especiales como las que se acercan, es fácil comer más de la cuenta. ¿Qué sucede en el organismo tras una comida copiosa? Cuando nos excedemos, el sistema digestivo tiene que hacer un sobresfuerzo para digerir y metabolizar los alimentos extra que recibe. En ese momento, la digestión se vuelve más pesada porque el estómago se ve obligado a segregar mayor cantidad de ácidos, y más lenta si se ha comido deprisa, porque tiene que terminar de triturar los alimentos que no se han masticado correctamente. Además, es frecuente la aparición de hinchazón abdominal, que provoca dolores en el abdomen, gases, náuseas, pesadez, reflujo, ardor, somnolencia y cansancio.

No te alejes de tus objetivos deportivos

Sabemos que, si eres deportista, cuidas de tu alimentación habitualmente, pero no caigas en estos atracones por el hecho de estar de viaje o vacaciones ya que, cuando el cuerpo no puede metabolizar a tiempo el exceso de azúcar, el hígado convierte una parte en grasa (energía almacenada). Al mismo tiempo, el sistema suprarrenal interpreta que el cuerpo está sometido a niveles elevados de estrés y responde liberando cortisol y epinefrina como mecanismo de defensa, lo cual tampoco es recomendable.

Procura siempre comer en un ambiente tranquilo, de forma sosegada y escucha a tu cuerpo. Si masticas correctamente los alimentos, darás tiempo a la leptina u hormona de la saciedad para que te avise de que ya estás lleno.

De todas formas, no sufras si estos excesos son puntuales, pues no tiene por qué haber una pérdida en el control metabólico del organismo, pero sí pueden alejarte de tus objetivos físicos y de rendimiento. La base está en moderar las cantidades, escoger bien los alimentos e ingerirlos con tranquilidad.