Claves para reforzar la motivación y conseguir el máximo rendimiento
En muchas ocasiones, cuando realizamos ejercicio de forma regular e intensa y queremos mejorar nuestro rendimiento, es necesaria la ayuda del Coaching Deportivo. En este artículo, te damos las claves para reforzar la motivación y conseguir el máximo rendimiento, lograr los cambios deseados, de manera que sean firmes y persistentes.
Cuando realizamos ejercicio de forma regular e intensa y queremos mejorar nuestro rendimiento, lo principal es plantearnos los objetivos a conseguir. También debemos reflexionar sobre el grado de motivación que sentimos respecto a la consecución de dicho objetivo. Si no estamos realmente motivados no lo lograremos, por lo tanto, es aconsejable marcar un objetivo inferior y realista.
Para potenciar nuestros recursos, talento y rendimiento, necesitamos un plan de acción basado en nuestros deseos. Sin la voluntad de que suceda un cambio o sin la claridad de ideas sobre el lugar al que nos dirigimos, esta mejoría no sucederá. Utilicemos el entrenamiento como aprendizaje para desarrollar la responsabilidad, el compromiso y conseguir la máxima motivación y autoestima.
Antes de entrenar, es muy importante “anunciarnos” mentalmente lo que vamos a hacer, para proyectar un esquema que nos guíe durante el ejercicio. Procuremos realizar la actividad de la forma más correcta posible, siguiendo las recomendaciones de nuestro entrenador y nuestra propia experiencia en la práctica. Al acabar, valoremos cómo ha ido el entrenamiento, enfocándonos en los aspectos a mejorar, pero también en nuestros puntos fuertes, que serán los que nos ayudarán a seguir motivados.
Herramientas de Coaching que nos acercarán al éxito
Para poder conseguir el objetivo marcado, no solamente sirve el talento y una excelente preparación técnica, sino que es necesario un fuerte compromiso emocional. Estas son las claves para reforzar la motivación y conseguir el máximo rendimiento.
Si observáramos que nuestros avances no son los esperados, deberíamos cambiar la manera de entrenar o de prepararnos, basándonos en la afirmación “para obtener resultados diferentes, debemos hacer acciones diferentes.” Buscaremos romper el automatismo con el que funcionan los hábitos antiguos y las resistencias al cambio mediante herramientas que pretenden avanzarse al problema, como por ejemplo:
- Una herramienta muy útil para esos momentos en los que vemos el proceso cuesta arriba, en los que la mente tiende a conectar con el esfuerzo y puede que se canse antes de empezar, consiste en imaginarnos como si ya hubiéramos conseguido el objetivo (incluso podemos redactar el momento que estamos imaginando, para interiorizarlo mejor) y pensar en cómo nos sentiremos, de quién estaremos rodeados, en qué lugar, cómo lo celebraremos, las consecuencias positivas de ese logro, etc. Pondremos esa carta en un lugar visible y la leeremos todas las veces que lo deseemos. Desde el futuro, ese destino al que nos dirigimos ayudará a la mente a focalizarse en la meta.
- Para y respira: Consiste en encontrar un momento de tranquilidad en el que concentrarnos únicamente en respirar de forma profunda y regular durante 1 o 2 minutos, para relajarnos y tomar de nuevo consciencia de nuestras necesidades y objetivos.
- También ayuda pensar en una frase que nos motive y pronunciarla interna y firmemente. Por ejemplo: “Puedo conseguir mi objetivo”. Buscaremos un momento y lugar (siempre el mismo) en que, cada día, la mente recuerde esa frase de forma automática para reforzar la creencia positiva. Por ejemplo, repetirla al cerrar la puerta de casa.
- Completar una tabla cada día que recoja la planificación diaria/semanal de ejercicios e ingestas. Así no dejaremos espacio a improvisaciones, que pueden ser arriesgadas.
Además, en esos días en los que tengamos alguna dificultad personal o para entrenar, lo ideal es que nuestro coach deportivo nos plantee si existe alguna manera para ayudarnos a solventar esa dificultad, ya sea reduciendo la intensidad puntualmente, derivándonos al fisioterapeuta, adaptando los ejercicios, identificando fortalezas… Es básico el acompañamiento y la ayuda de un buen profesional (empático y que nos asesore basándose en la argumentación) que nos insista en la importancia de ser disciplinados a la hora de desarrollar potencial. Si aun así no podemos, es imprescindible concretar otra fecha para retomar el entrenamiento, evitando caer en parones innecesarios.
Si el coach lo cree conveniente puede poner en duda todo lo que nosotros estamos haciendo hasta la fecha, para que nos replanteemos las motivaciones, métodos de entrenamiento, objetivos y el camino para alcanzarlos. Es imprescindible pactar con él el proceso a seguir y llegar a un acuerdo para que haya éxito por las dos partes.
Este éxito lo encontraremos si somos constantes trabajando para lograr los cambios deseados, produciéndolos de manera que sean firmes y persistentes, teniendo el objetivo en mente y luchando por lo que nos mueve.
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¡Que nada te pare!