Es posible que durante las próximas semanas tengas planeado algún viaje familiar o con amigos. Esto causa, en muchas ocasiones, que rompamos nuestra rutina deportiva, por no encontrar el lugar idóneo para entrenar, por el clima o por no saber sacar tiempo para ello.

¡No hay excusas!

Si practicamos un deporte poco complejo, que no requiere de material ni de un lugar específico para llevarlo a cabo, no hay excusas para realizarlo al menos 3 o 4 veces a la semana, pues tan solo necesitamos unas zapatillas y ganas de entrenar. De lo contrario, debemos procurar adaptar nuestro entrenamiento a la nueva situación o practicar otros tipos de ejercicios que nos permitan seguir activos.

Cómo entrenar en vacaciones adaptándonos al entorno

Si pensamos alojarnos en casa de alguien, nos será de utilidad habernos llevado unas gomas y emplear botellas grandes de agua o mochilas cargadas con el peso deseado para realizar ejercicios de tonificación al menos durante 30 minutos. Puede ser incluso positivo para que nuestros anfitriones se animen a ejercitarse con nosotros.

En cambio, si vamos de hotel intentemos que cuente con un gimnasio básico. Para trabajar la parte aeróbica, podemos caminar/ correr en cinta, aunque si tenemos la suerte de que hace buen tiempo, lo recomendable es salir a caminar o trotar para conocer la zona y disfrutar del entorno en el que nos encontramos.

Gracias a estos consejos, podremos seguir disfrutando de los beneficios que nos aporta el deporte, como dormir mejor, estar en forma y más relajados, en especial durante estas fechas llenas de comidas copiosas, descontrol horario y ajetreo.