El efecto del deporte sobre la función tiroidea
Hoy es el Día Mundial de la tiroides y queremos remarcar la importancia de esta pequeña glándula para el cuerpo humano. Situada en la base del cuello, se encarga de segregar las hormonas tiroideas, que intervienen en funciones fundamentales como el desarrollo cerebral, el crecimiento óseo, el control de las funciones vitales, el metabolismo de las grasas y azúcares, o la estimulación del consumo de oxígeno por parte de los tejidos.
El ejercicio moderado, combinando ejercicios de fuerza con trabajo aeróbico, puede ayudar a regular la secreción de dichas hormonas hasta 72 horas después de practicarlo. Así, obtendremos beneficios metabólicos y podremos percibir una disminución del cansancio crónico y del insomnio.
Nutrientes relacionados con la función tiroidea
La alimentación también es un aspecto básico para la función tiroidea. De entre otros nutrientes, destaca el yodo para la correcta producción de las hormonas tiroideas. La ingesta diaria recomendada de este mineral es de 150 microgramos en adultos (para la población general). Lo encontramos principalmente en la sal yodada, los pescados y los mariscos. Las algas también son alimentos son muy ricos en yodo, como las Algas Fucus, que estimulan la tiroides y, además, tienen un efecto drenante y depurativo.
También debe asegurarse el aporte óptimo de selenio y zinc a través de la dieta, potentes antioxidantes que influyen en la respuesta inmune, la cicatrización de las heridas y los sentidos del gusto y el olfato.
Un motivo más para cuidar de nuestra alimentación y procurar que sea equilibrada, variada y suficiente, de manera que nos proporcione los nutrientes adecuados para el correcto funcionamiento del organismo, el metabolismo energético normal y para un mayor rendimiento deportivo.
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