Cómo prepararte para el trail running
Si has decidido probar el trail running, debes saber que se trata de un deporte duro y que supone mucho más esfuerzo del que harías corriendo sobre asfalto, pero encontrarás la adrenalina de un terreno escarpado y unas vistas espectaculares, cuyas condiciones y desafíos cambian constantemente.
Las carreras a pie en plena naturaleza tienen una duración bastante más elevada que cuando corremos por la ciudad, por eso es preferible dejar el reloj deportivo en casa durante los primeros entrenamientos y mentalizarse de que el ritmo será diferente.
Es fundamental ejercitarse sobre un terreno irregular con subidas y bajadas, alternando cambios de velocidad e intensidad, para conseguir adaptación y resistencia durante todo el recorrido. De ahí la importancia de trabajar la elasticidad, el equilibrio, fortalecer los músculos laterales para sortear las irregularidades del camino (mediante estocadas laterales o sentadillas, por ejemplo) y de tener unas zapatillas y un material apropiados. Respecto a las zapatillas, deben proporcionar comodidad, un buen agarre en la parte media del pie y en los tobillos, una buena transpiración y amortiguación.
Aumenta gradualmente la duración de cada entrenamiento para reducir el riesgo de lesión y combina correr con otros deportes de resistencia para ejercitar otros músculos y articulaciones.
En la carrera por senderos tanto la forma como la técnica son esenciales. En general, procura mantener mientras corres un pie apoyado en el suelo y el otro bien levantado para, en caso de resbalar o perder el equilibrio, tener tiempo de reaccionar y poner el otro pie en el suelo. En los ascensos, es importante alternar marcha y carrera, e inclinarte hacia adelante dejando caer tu peso en la parte delantera del pie. En cambio, en los descensos mantén una zancada corta y una postura recta para mejorar tu eficacia, ayudándote de los brazos para mantener el equilibrio.
Durante el ejercicio, se requiere además una total concentración y mirar lejos para poder anticiparte al siguiente obstáculo que vas a encontrar, minimizando así los riesgos propios de la montaña. A veces, es positivo entrenar con un grupo que tenga un nivel similar, para amenizar el momento y tener un buen apoyo con el que contar.
Antes de inscribirte en tu primera carrera de trail, prepárate lo máximo posible y entrena tanto física como psicológicamente para afrontar el reto. Es recomendable que te aproximes a la distancia de la competición durante los entrenos, entrenar frecuentemente y buscar formas de potenciar la motivación. También es básico probar con antelación el calzado y el material para saber exactamente cómo funciona.
Respecto a la alimentación, es suficiente con llevar una dieta equilibrada a partir de alimentos bien tolerados, adaptándola los días anteriores a la competición (como veremos en los próximos artículos).
Con estos consejos, para ti correr se convertirá en una experiencia liberadora y en un reto fascinante. ¿Te atreves?