El papel cardioprotector del deporte
En este artículo te explicamos el papel cardioprotector del deporte. Como bien sabemos, practicar deporte de forma regular y moderada retrasa la aparición de enfermedad, fragilidad, dependencia y contribuye a alargar la esperanza de vida. A nivel fisiológico proporciona una mayor capacidad de los tejidos para utilizar el oxígeno, aumenta la microcirculación, tiene efectos antitrombóticos y reduce el riesgo de arritmias, por lo que se puede decir que tiene un importante papel cardioprotector. También ayuda a conseguir y mantener un peso saludable, a aumentar los valores del colesterol bueno (HDL) y disminuir los de triglicéridos y la presión arterial.
El papel cardioprotector del deporte: recomendaciones
Concretamente, es beneficioso realizar al menos 2-3 horas semanales de actividad física aeróbica moderada o 75 minutos semanales de ejercicio aeróbico intenso. Se considera ejercicio moderado aquel durante el cual la respiración está acelerada, pero permite completar frases enteras.
Aunque todavía no se conoce exactamente cómo benefician las características de cada deporte al perfil lipídico de quien lo practica, se ha observado que los entrenamientos de resistencia exigen un mayor consumo de ácidos grasos como fuente de energía, ya que la utilización de los lípidos almacenados en el cuerpo es proporcional a la duración del ejercicio.
Así, lo más recomendable es que los sujetos con dislipemia realicen una actividad aeróbica y a moderada intensidad, de 3 a 4 veces por semana, de forma prolongada en el tiempo para que los cambios (mejoría de los niveles de colesterol en sangre) sean duraderos.
En definitiva, debemos procurar escoger siempre una actividad atractiva, adaptada a nuestras capacidades e incluirla en nuestro día a día para poder beneficiarnos del papel cardioprotector del deporte.
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